Atracón I.

En frente mío esta el lugar que más odio en el mundo, sus colores amarillo y rojo se burlan de mi -o yo siento que se burlan de mi-, casi sin pensarlo entro, y elijo la fila del medio. Alrededor mío esta lleno de gente que me dobla en tamaño, la gente gorda típica que frecuenta estos lugares, y yo estoy entre ellos, soy parte de ellos. Me sudan las manos cuando una chica con el uniforme de Mc Donalds me pregunta que quiero ordenar. Las palabras me salen dobladas, como si acabase de cometer un crimen. "Tres porciones grandes de papas para llevar". Malditas papas, malditas calorías. Hago la otra fila para pagar y en lo único que pienso es en salir corriendo, pero algo me mantiene ahí, clavada en el piso sucio de restos de comida y envoltorios de sorbetes.

Una vez en la calle, suspiro y sigo con mi camino. Paso por un kiosco, ya menos nerviosa. Más tarde me voy a arrepentir, pero por ahora me concentro en seguir. Compro caramelos de la selva, caramelos masticables sugus, chocolates de todo tipo (Amargos, blancos, negros, de yogurt, de cereales..), y lo acomodo al lado de la bolsa de Mc Donalds, en una mochila que hace quince minutos estaba vacía. Lo bueno de la peatonal de San Martín es que podes conseguir lo que quieras, menos un Starbucks, que aunque me moría por un frappé de chocolate o unos muffins, para eso tenía que viajar casi cuarenta minutos y no tenía ganas. Entonces decido cruzar la plaza, donde me encuentro un puesto de golosinas típicas de las dos de la tarde. Compro dos paquetes de garrapiñadas y sigo caminando. El sol me pega sin piedad en la cara, y estoy transpirando por que sin darme cuenta estoy caminando muy rápido, me estoy chocando a medio Buenos Aires en mi caminata de gula.Pero no me importa, ni siquiera me importa cuando casi tiro al piso a una vieja que murmura algo de "Jóvenes" y "Mala educación". Pero la ignoro.
Ahora viene la mejor parte, entro a Coto, donde inevitablemente voy directo a la sección de cosas dulces. Pongo en una canasta todo lo que se me antoja en ese momento: Bolitas de chocolate, ranitas de chocolate, gomitas de todos los colores y formas, una cosa que en el paquete tiene el dibujo de una lengua, no sé que es pero parece calórico, entonces lo pongo en el canasto. Voy a la sección de lácteos y agarro una crema en aerosol.. "No puede faltar" es lo que pienso, como tratando de convencerme a mi misma de que las más de diez mil calorías que ya tengo acumuladas en las compras de hoy, no me van a engordar si agrego una crema en aerosol. No se me antoja nada más y voy a hacer la fila de menos de quince productos, aunque ya los recontra superé. Mientras espero agarro dos speeds, mi debilidad.. Me como las uñas sin disimulo mientras la cajera pasa todos mis dulces por la máquina y me mira con cara rara. Tengo la sensación de que sabe mis propósitos, de que todos lo saben.
Pero no es así, en la calle tiro las bolsas que me delatan de donde vengo y pongo los productos en la mochila, que casi no cierra. Decido que es momento de irme a casa, y para no seguir tentándome voy directo a la parada de colectivo, pero estoy tan nerviosa que no puedo esperar, aunque no estuve ahí ni cinco minutos. Sigo de largo, son veinte cuadras, no es mucho.

En la calle abro un paquete de rocklets que no me acuerdo si compre en el kiosko o en coto, por que no me acuerdo de nada, por que estoy totalmente entregada a la situación. (Por que no me importa). Cada rocklet me acerca más a mi casa, y hace que me lata cada vez más fuerte el corazón, por que ya se lo que voy a hacer y es inevitable.
En la puerta me tiembla la mano y después de varios intentos logro abrirla, me doy cuenta de que me tiemblan las piernas pero tengo que llegar, cruzo el largo pasillo y después la segunda y la tercera puerta. La cuarta, la de mi habitación, fue la última. La cierro nerviosa atrás mío, no sé si hay alguien y no tengo tiempo de averiguarlo. Abro la mochila en el mismo momento en que me prendo también un cigarrillo, aunque ya se que acá no puedo fumar. Pero no pienso, mi mente esta en otro lado y no tengo tiempo de ir a buscarla.

Mañana escribo la segunda parte..