Me encanta el invierno, me trae una sensación muy cálida de hace varios años atrás. En esos entonces, usaba muchísima ropa para tapar mi creciente descenso de peso, y usaba muchísima base cubre-ojeras de muchos tipos, para tener una mirada menos enferma. Mi piel era totalmente imperfecta, al tocarla se sentían relieves por todos lados, a veces dolían. Cualquier movimiento brusco se sentía como la peor ebriedad, y a veces hasta se me oscurecía todo y creía estar muerta. Ahora me pongo a pensar.. ¿Estaré mejor?, estoy segura de que muchas cosas cambiaron, ahora por ejemplo, soy consciente de cuándo debería comer, o quizás sea que ahora hay muchas personas que me importan, y no las quiero dejar. Antes era una marioneta, no sentía absolutamente nada, lo único que me daba placer era sentir cómo cada día la panza se me hundía mas y más. No me importaba nada. Era egoísta, manipuladora, obsesiva y fría.
Me gustaría poder dejar de ser yo, que Ana se vaya para siempre y me deje volver a vivir. Que me devuelva mis ganas, y todas las cosas que me quitó. Que me devuelva a las personas que perdí, que me devuelva mi vida.

Cinco años perdidos es mucho tiempo. Después de perderse tanto tiempo, las esperanzas de volverse a encontrar son cada vez más nulas. Y tengo miedo, tengo miedo de no volver a vivir. De haberme perdido para siempre.