Violence.

Son casi las ocho de la mañana y no puedo dormir, de echo no dormi en toda la noche, asique voy a escribir una pequeña historia, mientras me tomo un café caliente y me como un pedazo de torta de chocolate.

Estaban los dos tomando vino en cartón, sentados en el sillón del living. La televisión prendida, una película de terror, el ventilador que gira, la estufa en el rincón, los seis gatos esparcidos en el lugar, y las risas también. Ya es el cuarto día que llevan juntos, sus ropas, sus cosas, todo ya era de los dos. Un mal flasheo con olor a vino y puchos, desató la verdadera película de terror, ella gritó, él la golpeo. Intentó desesperada, agarrar rápidamente sus cosas y ponerse las zapatillas, pero él se acerco y violentamente le lanzo las cosas lejos, la agarró y la tiro contra el sillón, apretándole fuertemente el cuello, apretando también, su boca y su nariz. Como pudo, ella se defendió, arañandolo y arrancándole los pelos, que salieron de a mechones, gritando cuando podía zafar de sus manos. La chica le mintió, diciendo que quería ir al baño para lavarse la cara un poco, cuando le dio el sí, fue apresuradamente como pudo, y temblando, marco el teléfono, los botones medio rotos no marcaban bien, muy nerviosa, temiendo que él volviese, pudo marcar por fin. El telefono sonó del otro lado lo que a ella le pareció una eternidad, hasta que pudo hablar "Mamá, ya me quiero ir a casa"-suplicó.

Le quedaron hematomas en los pies y los brazos, por el forcejeo, varias marcas en la cara también. Pero el mayor daño, fue dentro suyo. Sabía, (se), que ya no puedo volver.