Puedo sentir los latidos galopantes que confirman que aún respiro. Yo sé que estoy bien, yo sé que estaremos bien.
No necesito tocar fondo para darme cuenta de que me estoy hundiendo, yo ya no sé si seguís siendo algo real, necesito tocarte, necesito verte. No quiero volver a ser como antes, no quiero volver a ser un fantasma que camina por inercia. Todo se repite. Estoy condenada a vivir lo mismo una y otra vez. Estoy condenada a que tus ojos me miren, para siempre.
Y me acuerdo de todos esos momentos, de las lluvias, del invierno que siempre me invita un café, de tus manos, de tus ganas. De la forma en la que pudiste verme, más allá de lo que un envase representa. Me invade la nostalgia de todos esos seres que me visitan en sueños, que se convierten en pesadillas intentando robarme las pocas piezas que logro reconstruir.
Me prendo un último cigarrillo y me voy a dormir, te volveré a ver en la mañana.
Hola guapisima! he vuelto y esta vez para quedarme. Hablamos cuando quieras. Un beso
ResponderEliminarYo tambien volvi para quedarme! Te estare leyendo.
Eliminarque feo cuando alguien que hubiera querido que eso lo sientas por esa persona, parece estar también condenado a repetirlo todo y a pensar si en verdad "superamos" a las personas que amamos que por un motivo u otro ya no podemos ni ver ni oir su voz...
ResponderEliminar