Tardecitas cotidianas.

Las fotos fueron sacadas con mi celular, que es una chotada y se ven bastante mal. Pero no me importa, quería subirlas por que estoy con vos. Vos sos mi compañero de fisura, de noches locas, y de madrugadas perdidos en alguna parte de Buenos Aires. Sos muy parecido a mi, que suerte que tuve al haberte encontrado. Que lindo es pasar tardes enteras en tu departamento, tomando algo y escuchando música fuerte, espiando a los vecinos por la ventana de tu cuarto, o hablando de cosas totalmente incoherentes. Ese día-noche fue genial, con vos la luna parece no estar tan lejos. Más allá del echo de que me quedé inconsciente, de que nos perdimos (Otra vez), y de que a la madrugada hacía un frío insoportable, todo parece perfecto mientras estés ahí. Sos un amigo en el que sé que puedo confiar, no me falles. Te quiero.